Regreso a Salem's Lot, Larry Cohen

20.12.2021

¿Por qué, Dios mío, por qué nos has abandonado? ¿Por qué has permitido que semejante blasfemia se apoderara de Larry Cohen y perpetrara este crimen al que algunos tildan de película y, los más herejes, incluso de terror?

No solo tiene un argumento estúpido, unas actuaciones deplorables y unos efectos especiales de baile de disfraces. Incluso se atreven a plagiar carátulas sin recato alguno, como si a nadie le sonara ese vampiro con los brazos en alto...

Pero juzgad, juzgad vosotros mismos. La película comienza como un Holocausto caníbal, con el protagonista, más chulo que un ocho, filmando un sacrificio humano en la jungla. Pero deja todo a medias porque su hijo, que ha salido en lo de "echao pa'lante" a su padre, es una buena pieza a la que su madre le da por perdido y se lo deja al protagonista para que lo enderece. ¿Y qué hace el protagonista? Se lo lleva a una cabaña abandonada que ha heredado en un pueblo llamado Salem's Lot, donde pasó unos días de verano en su niñez que recuerda con gran felicidad por la presencia de una chica de 17 años que le ponía contento por las mañanas, al mediodía y por la noche.

Si alguien recuerda la primera parte, el pueblo estaba lleno de vampiros incontenibles, pero aquí todo parece sacado de la casa de la pradera. Por el día no hay casi nadie por las calles, pero por la noche los niños juegan, las amas de casa salen a pasear con la fresca y a beber sangre de vaca, lo mejor para mantener el cutis terso e inmortal para un vampiro.

¿Y por qué no matan al antropólogo chuleta y a su hijo insoportable? Porque quieren que les escriba una Biblia de los vampiros, una que cuenten como crearon una gran nación cuando emigraron a Norteamérica, sus gustos culinarios, etc... Para ello recurren al truco más viejo del mundo. Al padre le sacan a la chica de 17 años para que le saque brillo al sable (lo que queda un poco raro, teniendo en cuenta que el prota ya no cumple los 40) y al chico le ponen de cicerone a una jovencita rubia de ojos azules para que se olvide de que estar muerto no mola nada.

Pero tranquilos. Esto no da miedo. Quizá un poco de asco, pero no por la sangre, sino por el hastío profundo, el ketchup que borbotea de cada herida y la máscara de feria del jefe de los vampiros. Esa sí que es horrorosa!!

Bitácora Perversa
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