Dúos, tríos y otras perversiones, Ariel Rot

Antes de que mi mente adolescente virara en redondo hacia el rock y el metal, Tequila era uno de esos grupos que me llamaban la atención (también Mecano, y yo tan normal). Por eso, cuando la reacción postadolescente me llevó por los senderos de la apreciación musical sin exclusión por género (y no, el reguetón no puede ser considerado un género), la irrupción de Los Rodríguez a mediados de los 90 me devolvió un poco la alegría del rock sin pretensiones, el de diversión y fiesta.
La estrella de aquellos Rodríguez era Ariel Rot y la cabeza Julián Infante, hasta que a Calamaro se le subieron los porros a la cabeza y comenzó a pedir llevarse la gran mayoría del pastel de royalties y beneficios y el grupo se deshizo. Pero continué siguiendo a Rot y su guitarra con discos memorables (Hablando solor, Cenizas en el aire, Lo siento Frank...), los cuales culminaron en 2007 con la publicación de este grandes éxitos cantando a dúo con otros cantantes, formato también usado por Miguel Bosé ese mismo año con gran éxito.
Y le salió un disco jodidamente redondo. La versión de "Cenizas en el aire" con Andrés Calamaro es quizá una de las mejores canciones de la discografía particular de estos dos genios de la canción. O la sutileza y desgarradora voz de Eva Amaral despidiéndose de Rot en "Sin saber que decir". O el "Adiós Carnaval" con Bunbury, donde cada uno le da un tono nuevo a una historia mil veces vista, mil veces leída, mil veces escrita.
Hay versiones, como "Lo siento, Frank", que parecen estar escritas para sus partenaires con un Miguel Rock en su mejor forma, reviviendo al ritmo de sus clásicos. Otras cambian el registro hasta hacerse irreconocibles, como ese tango llamado "Mucho mejor" con Javier Calamaro y los hermanos Flores. Claro que no todas son perfectas. Pereza destroza todo aquello que toca, incluso el Canal 69, pero por mucho daño que hagan, nunca podrán destrozar este álbum que me pongo, al menos, una vez al mes.